Mueren cinco turistas españoles en Nueva York al precipitarse su helicóptero en el río Hudson
Según ha confirmado el alcalde, se trata de dos adultos y tres menores, cuyos cuerpos han sido recuperados del agua. También ha sido localizado el cadáver del piloto


Un helicóptero se ha precipitado este jueves en aguas del río Hudson, según muestran las cámaras de videovigilancia de edificios cercanos al lugar del siniestro, en la ribera de Nueva Jersey. Parte del fuselaje del aparato sobresalía a primera hora de la tarde de la superficie del agua, mientras embarcaciones de la policía de Nueva York y equipos de bomberos rodeaban los restos en frenéticas labores de rescate. Según han confirmado el alcalde de la ciudad, Eric Adams, y la Embajada de España, cinco turistas españoles han muerto en el siniestro. La aeronave, que cayó al río poco antes de las tres y media de la tarde (hora local, seis horas más en la España peninsular), transportaba a dos adultos y tres niños. Tres de las víctimas murieron en el choque y las otras dos en el hospital al que fueron trasladadas. El cadáver del piloto, sexta persona a bordo, también ha sido rescatado.
Según el diario The New York Times, las víctimas son, además del piloto, cuya identidad se desconoce, el ejecutivo Agustín Escobar, ex consejero delegado de Siemens España y actual director de movilidad ferroviaria de la compañía; su esposa y tres hijos, informó un alto funcionario de las fuerzas de seguridad. La Embajada de España eludió precisar su identidad, afirmando únicamente que se trataba de cinco españoles. Según el diario amarillista New York Post, que publica varias fotografías de la familia en el momento de abordar el helicóptero, proporcionadas por la compañía que operaba el aparato, habían llegado a Nueva York esta misma mañana.
Imágenes de aficionados muestran como, tras un vuelo de apenas 20 minutos desde que despegara de un helipuerto del Bajo Manhattan, el aparato se desintegra parcialmente en el aire, con el rotor principal y el brazo de cola, además de las palas del rotor, desprendiéndose completamente del fuselaje, aunque seguían girando mientras caían al agua, que este jueves registraba una temperatura de cinco grados. Un testigo declaró a la estación local Eyewitness News cómo vio estrellarse el helicóptero. “Oí un fuerte chasquido... Miré hacia arriba... y pude ver un helicóptero cayendo sobre ese lado [de Nueva Jersey] y chapoteando en el agua”, dijo el testigo. “No vi salir a nadie” a flote, añadió.
Barcos de la policía y otras embarcaciones de rescate rodearon los restos del helicóptero flotando en el río, junto a una de las torres de ventilación del túnel Holland, uno de los subterráneos que enlaza Nueva Jersey y Manhattan. Testigos afirmaron en las redes sociales haber visto un helicóptero en apuros, capotando antes de hundirse en el agua. Los helicópteros turísticos sobrevuelan a diario el río, transportando turistas desde los helipuertos del Bajo Manhattan y Nueva Jersey, así como a hombres de negocios que desean evitar las complicaciones del tráfico de Manhattan. Se trata de una ruta especialmente frecuentada, con tráfico intenso, y el siniestro de este jueves ha llevado a algunos legisladores a pedir la prohibición total de los vuelos no esenciales sobre Manhattan.
Uno de ellos ha sido el senador por el Estado de Nueva York Brad Hoylman-Sigal, que calificó el accidente de “tragedia previsible”.”El accidente de hoy es un sombrío recordatorio de nuestros peores temores sobre los peligros de los vuelos de helicópteros turísticos. Estos helicópteros operan sin una regulación suficiente para proteger a sus pasajeros y a los neoyorquinos en tierra”, dijo Hoylman-Sigal en un comunicado. “Seguiré defendiendo la prohibición total de los vuelos de helicópteros no esenciales sobre Manhattan y los que se originen en helipuertos propiedad de la ciudad para evitar que vuelvan a ocurrir accidentes como este”.
El vuelo de hoy era operado por la compañía New York Helicopter Tours, que ofrece recorridos “panorámicos” por Manhattan para contemplar el skyline de la ciudad, los siete días de la semana y siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, a partir de 2.750 dólares el trayecto de 30 minutos. Los vuelos turísticos han sido durante décadas una fuente de quejas por ruido de los residentes locales. El Ayuntamiento está estudiando una ley que obligaría a los operadores turísticos a cambiar a una flota eléctrica menos ruidosa. Unos 30.000 viajes turísticos en helicóptero despegan al año del helipuerto del muelle 6 de Manhattan, el mismo del que partió el aparato siniestrado. La Corporación de Desarrollo Económico de Nueva York, que gestiona la instalación aeroportuaria, calcula que el sector aporta a la ciudad unos 50 millones de dólares “en impacto económico anual”.
“Lo vi caer del cielo. Oí cinco o seis ruidos fuertes que sonaban casi como disparos en el cielo y vi cómo se desprendían trozos, luego lo vi caer al río”, dijo Dani Horbiak, que vio el accidente desde la ventana de su apartamento. Otro testigo dijo haber pensado “en una bomba sónica o algo así” al oír el estruendo. Las autoridades creen que el helicóptero es un Bell 206.
Según el relato en directo del jefe de investigación de la cadena de televisión ABC, emplazado justo enfrente, en la orilla neoyorquina del río, unidades de policía y bomberos se trasladaron inmediatamente al lugar para las tareas de búsqueda y el rescate de posibles supervivientes, con el ruido de fondo de las sirenas de vehículos de emergencia, que se precipitaron por la autopista adyacente al río para asistir en la emergencia. Unos pocos metros más hacia el interior, la caída de la nave habría impactado en los edificios residenciales, muchos de ellos de lujo, que jalonan la ribera de Jersey City. La policía de Nueva York emitió una señal de alerta a los automovilistas previniéndoles de cortes de tráfico en las inmediaciones, mientras el sobrevuelo de helicópteros de las fuerzas de seguridad se intensificaba en el área.









Las autoridades están intentando determinar las causas del siniestro y, sobre todo, averiguar por qué se desintegró en el aire. A la hora en que se estrelló, el cielo estaba nublado pero con suficiente visibilidad. La comisionada del Departamento de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, explicó que el helicóptero había seguido tras despegar una trayectoria sur, rodeando Governors Island para acercarse a la Estatua de la Libertad, antes de dirigirse hacia el norte por la vertiente neoyorquina del Hudson y luego regresar hacia el sur por la costa de Nueva Jersey, donde se estrelló justo al lado de la gigantesca escultura de Jaume Plensa que representa a una niña que pide silencio.
Al menos 32 personas han muerto en accidentes de helicóptero en Nueva York desde 1977, el más reciente en 2019, cuando un helicóptero utilizado para viajes de ejecutivos chocó contra la azotea de un rascacielos de Manhattan en un espacio aéreo restringido y el piloto murió. Un año antes, en 2018, se había producido el más mortífero hasta este jueves, cuando una aeronave que volaba con cinco turistas a bordo y las puertas abiertas capotó y se hundió en el río. Sólo sobrevivió el piloto.
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